lunes, 10 de noviembre de 2008

Morir en la escuela

Desde que soy madre me conmueven aún más aquellas tragedias que le ocurren a los niños de la misma edad de mis hijos (8 y 3 años). La muerte de Facundo me causó espanto, el espanto de sentir que mi chiquito de 8 años podía morir. Que una criatura de 8 años puede morir.

Lo espantoso de todo esto es su carácter de “accidental” cuándo para la medicina moderna el término “accidente” ya no existe. Lo que llamamos accidente no es más que una serie de sucesos evitables que conllevan a una situación trágica. Serie de sucesos evitables. Esto quiere decir que la muerte de Facundo era completamente evitable. No hay desgracias ni mandatos divinos en ella. Un inodoro rajado y la desidia de quienes deben proteger a nuestros hijos cuándo ponemos su vidita en esas manos. No es solamente la educación de ellos, sino su propia vida que (como la de cualquier mortal) es frágil y vulnerable. No nos pueden decir ahora los dueños del colegio, ni el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires que las responsabilidades le caben a algún docente cuándo hasta los mismos padres reclamaban que la propia actividad recreativa de la cual Facundo estaba participando no contaba con la suficiente cantidad de docentes especializados y recibidos a cargo de ella. Y yo pregunto, cuántos alumnos quedan bajo la responsabilidad de un docente cuándo la inspección escolar contempla clases con 30 o más alumnos porque el “espacio físico del aula asi lo permite”? Cómo se mide la “responsabilidad civil” cuándo se dictan clases con los baños destrozados, con los techos a punto de caerse, con las puertas llenas de vidrios que son un elemento lo suficientemente cortante?

No existe en la Provincia un buen control de estos “posibles accidentes” porque no existe una genuina preocupación por la vida de nuestros hijos. Cuándo reclaman extender el crónograma escolar hasta fechas irrisorias están mostrando la perfídia que esconde su gran preocupación: Ya no estamos hablando de bajos salarios por los cuales los docentes salen a la lucha; los maestros nos están diciendo a los padres y a toda la comunidad que la vida de nuestros hijos esta corriendo riesgo en aquel lugar donde naturalmente uno supone que estarían más cuidados: Sus propios colegios.

Hoy que todos seguimos con atención el juicio por Cromagnon esperando que se haga justicia por esos 194 chicos muertos deberíamos reflexionar si lo que más nos ha conmovido de este desastre no es la cantidad numérica de cuerpos apilados. Porque las escuelas están convirtiendose en un lento Cromagnon dónde comienzan a desangrarse chicos de 8 años que solo estaban jugando.

Hacen falta 194 criaturas muertas para conmovernos?

Facundo fue asesinado por quienes deben proteger y cuidar las condiciones minimas para que cualquier establecimiento funcione con normalidad y sin riesgos mortales. Su muerte tiene responsables que van desde los inspectores escolares hasta el Ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires y su responsable directo el Gobernador Daniel Scioli.

Otra vez la falta de inspecciones se ha cobrado una vida. Tan parecido a Cromagnon pero Facundo es uno solito. Tenía 8 años, como mi hijo. Ni sus padres, ni ustedes ni yo deseamos que nos devuelvan un cajón a la hora de retirar a nuestros hijos de la escuela.

Es hora de que comencemos a hacer algo al respecto.

viernes, 31 de octubre de 2008

Un ratito más...

Este riñon izquierdo me trae más dolores de cabeza de lo que todos creíamos. En unos 15 días (con suerte y viento a favor) deberían operarlo para que, de una buena vez, pueda dedicarme a lo que más me gusta de un tiempo a esta parte: Vivir.
Mientras tanto, con mucho reposo y poco tabaco, los dejo un ratito más descansar de todas las cosas que ya me van a dar ganas de ir escribiendo. Se llenará este blog de anécdotas hospitalarias, espíritus aledaños a las salas de espera, luces que no anhelamos ver al final de ningún pasillo.
Por si me muero en la víspera no esta mal dejar aclarado algo: Si te tiran las patitas a la noche, si te da repeluz el espejo de tu baño, si te acongoja la tarde o se te cae el pelo te voy aclarando que no he de ser yo.
¿Cómo sabrán ustedes que sigo siendo yo quién escribo? ¿La morena tripa de mosca o el pequeño fantasma de ella misma?

viernes, 3 de octubre de 2008

Mucho más grave

A Julito, que me devolvió la confianza en mi misma,
que hace reir a Tiago y Eleonora,
que no se cansa de abrazarme,
que me hace feliz,
y me roba el corazón

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo

y sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas

no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojalá nada más

yo me refiero a que de pronto digas
Voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
Bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare

y quizá por eso salga enseguida el sol
ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
Y decisivas complicidades
o que yo pueda o creerme que puedo
Convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
De tu más reciente desesperación

no
La cosa es muchísimo más grave

cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes y adultos celebran
y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi gérmen de alegría y regarlo mirándolo

quiero decir que estas sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede el armazón de mi verdad sin proezas
quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina mi muerte
este precipicio de la pobre vida

como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con estas o con otras palabras
quiero decir que no sos tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
o cautelosas mujeres
que quise o quiero

porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora
y con razón)

que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida
una bahía donde los barcos
llegan y se van
llegan los pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
y se van
pero vos
por favor
no te vayas


Mario Benedetti

miércoles, 1 de octubre de 2008

La mujer más hermosa del mundo

Este regalo de Gery
una tarde de mucha tristeza
hace tanto tiempo...
Pero es la memoria
la que nos volverá sabios


Little Girl Blue

Pequeña niña triste
Pequeña niña triste

Siéntate ahí cuenta con los dedos
Qué más, que más se le puede hacer?
Sé cómo te sientes de lo que te pasa
Siéntate cuenta
Cuenta tus pequeños dedos
Mi infeliz niña pequeña,
pequeña niña triste, sí

Siéntate, cuenta esas gotas de lluvia, siéntate
Siéntelas, caen cariño todas alrededor tuyo
Dulzura que no sabes que ya es tiempo ?
Siento que ya es tiempo
Alguien te lo dijo porque ya tienes que saber
Que toda tú siempre deberá tenerlas que contar
o te van a querer presionar
y esto se sentirá como lo que las gotas hagan
cuando ellas las gotas bajen, cariño, alrededor tuyo
sé que eres infeliz

Siéntate, adelante hazlo
y cuenta con tus dedos
No sé qué más, qué más
Dulzura has tenido que hacerlo
y yo sé cómo te sientes
Se que no encuentras razón para continuar
y sé que sientes que debes terminar

Cariño, adelante y siéntate hacia atrás
Quiero que cuentes, que tus dedos cuenten
Mi infeliz, mi desafortunada
y pequeña niña triste
Sé que no estás alegre
Oh, dulzura lo sé

No me diga que Usted no se hubiera enamorado...


Ese movimiento de pelvis,
esa manera de bailar casi chamanica,
mezcla de Elvis y Morrison
y un camarógrafo aturdido o drogado,
pero perdido seguro.
Toda una estampa psicodelica.
Recuerde sus epocas de
fasito chistoso y saque a bailar
al panzón de su marido, Doña

viernes, 26 de septiembre de 2008

Años de Soledad

Jorge Arranz es un gran artista
que merece todo mi respeto y admiración.
Y el eterno agradecimiento
de su amistad correspondida

Pero el amor sin limites me crecera en el alma...


SENSACIÓN

Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano,
herido por el trigo, a pisar la pradera;
soñador, sentiré su frescor en mis plantas
y dejaré que el viento me bañe la cabeza.

Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos:
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
Me iré lejos, dichoso, como con una chica,
por los campos , tan lejos como el gitano vaga.
Arthur Rimbaud

jueves, 25 de septiembre de 2008

Había una vez... el sexo


Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, hay que domesticar.

(Esos locos bajitos - Joan Manul Serrat)

Alguna vez iba a llegar el momento. Inevitable. Alguna vez Tiago y Eleonora iban a mostrarse sexualmente ante la vida. Con cuestionamientos y sin ellos. Una, como mamá, reconoce y acepta que estos pequeñísimos seres descubran su sexo y jueguen con él masturbándose sin pudor. Recuerdo que Tiago a la edad de su hermana estaba enloquecido con un osito que, para volver in disimulable su juego, tenía una suerte de cascabel dentro de la panza. Así que a la noche me sonreía escuchando el “clinqui clinqui” de un oso que merecía embarazarse porque mi hijito no le daba respiro. Eleonora fue mucho más “impúdica” husmeando debajo de su bombacha mientras miraba la película de los Simpsons. Ahí en el medio del comedor, dónde poco le importo mi presencia ni consideró (acertadamente) que podía llegar a ser reprimida. Por todo comentario de mi parte ambos escucharon lo mismo. Ellos eran los únicos que podían jugar con su sexo. Ellos y solo ellos. Nadie, ni siquiera un familiar de lo más directo podía jugar de esa manera con ellos. Su vagina o pene les pertenecían por completo. Y hasta ahí todos tranquilos. Hasta que un día llegó el día. Ayer mientras llegábamos al colegio, caminando solos, Tiago me preguntó que era “hacer el amor”. En los 10 segundos que tarde en contestarle puteé a toda la televisión que usa esos términos a cualquier hora y en cualquier programa (por ejemplo, en “Casi Ángeles”, una novelita para chicos a las 6 de la tarde se andaban matando románticamente arriba de un globo aerostático) y al padre de Tiago que no estaba para explicarle “semejante cosa” a este varoncito. Ay, madre! Suspiré hondísimo. Reflexione un minutito mientras seguía oyendo “Ma, te estoy hablando” y pensé que cualquier explicación solo biológica simplificaría las cosas para mi pero se las confundiría a él. Así que encaré recordando a Serrat con eso de que uno encara la paternidad sin oficio ni vocación y agregando sin experiencia ni de dónde mierda agarrarse. “Tiago, hijito” Lo miré casi como la primera vez que lo vi, recién nacido. Chiquito, indefenso, dependiendo de mi respuesta como aquella vez de mis cuidados, dándome tanta responsabilidad sobre él. En algún momento logré sentirme más liviana y pensar que era muy importante esta charla. Más de lo que él mismo se imaginaba. Hablé. Le recordé lo que había visto en el colegio sobre los mamíferos. De ahí a la reproducción sexual fue fácil. Los órganos sexuales y su función. Me miró absorto.

- ¿Mi pene se va a tener que meter dentro de una vagina, Ma? Pero…es blandito!

- Si, es cierto, pero en ese momento vas a estar muy feliz y todo tu corazón va a mandar mucha sangre hacia tu pene y no va a seguir blandito

- Ah, que sabio es el cuerpo. Pero… cómo saben mi cerebro y mi corazón que estoy preparado para hacer un bebé?

La puta madre que me parió a mí y a toda la humanidad. Y, ya que estamos en el baile…

- Hijo, a diferencia de otros mamíferos, las personas hacemos el amor cuando nos amamos mucho. Hacer el amor nos da placer, pero también responsabilidad. Vos podes elegir cuándo tener un hijo pero nunca olvides que las mujeres tenemos un cuerpo distinto. Nuestro cuerpo esta preparado para hacer bebés. El día que te sientas preparado para hacer el amor con la chica que elijas tenés que cuidarla mucho para no tener un bebé cuando aún no quieran tenerlo

- Y mis espermatozoides? Cómo saben ellos que estoy listo para hacer el amor pero no para tener un bebé?

- Ellos no pueden saberlo, por eso..

- El cuerpo no es sabio, es una porquería

- No, mi vida, (aguante la risa, cuántas veces uno se habrá dicho lo mismo?) tu cuerpo es sabio. Tanto es así que los hombres inventamos la manera de no tener bebés cuándo no queremos y de poder hacer el amor igual

- Enserio? Cómo?

- En los kioscos y las farmacias se venden preservativos. Son como unos guantes de plástico muy finito pero para el pene. Así, como un guante, debes ponerlo en tu pene cuando este durito y antes de que este dentro de la vagina de tu novia. Después de que salgan todos los espermatozoides tu pene se va a ir aflojando despacito, así que antes de que se afloje del todo, sacas tu pene y le sacas el preservativo. Así ningún espermatozoide se escapa y tu novia y vos no van a tener bebés que aún no quieren

Me miró un minuto antes de sonrojarse. Casi estábamos en la puerta del colegio. Sus compañeritos lo saludaban y lo llamaban.

- Chau, Ma

Salió corriendo sin besarme, pero se paró casi en la puerta de la escuela. Yo me sentía aturdida de tanto pensar para hacer lo mejor que podía, asi que no atiné a llamarlo y reclamarle el saludo. Se volvió despacio y me abrazo.

- Gracias, Ma. El día que tenga novia la voy a proteger mucho

- Seguro que si, mi amor. Seguro que si.

Volvió a correr y se perdió entre los demás chicos. Menos chico, más hombrecito. Y esta mamá se fue despacito a laburar. Un poco más mamá de lo que era, pero con una cosa rara en el pecho, tan rara que hasta tuvo que llorar un poquito para que se le fuera pasando.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Fe de erratas


Seco, congelado, tonto y afortunado
Macho tupperwear, confortable (tudo Ben)
Cargás con la madre de todas las resacas
Cara de tapir, de gordito bon-o-bon
Sos encantador! Muy en cantador!
Tan encantador!

(Te estas quedando sin balas de plata - Indio Solari)


He vivido un gran amor. Pero no ha sido este


Que feo que queda andar hablando mal de la gente. Encima cargo con el estigma de haber acordado con Mayares en que cuando uno habla mal de sus ex parejas en realidad habla mal de uno mismo. Pero, considerando los últimos hechos acontecidos en esta breve historia internauta siento el deber de realizar una fe de erratas con respecto a algún articulito que escribi hace bastante tiempo. Con que necesidad? Se preguntará alguien que lea esto. Con la misma que escribo siempre, no tengo idea cuál es especificamente esa necesidad ni que adjetivo psicológico lleva. Personalmente creo que la literatura es un camino para la reflexión y/o el divertimento. La escritura lisa y llana, como esta, debe de servirme de terapia o algo parecido. Anda a saber.

Cuándo me separé de David lo hice por razones más bien prácticas. El homicidio se paga caro en la justicia y es un agravante el vinculo, asi que como estabamos a punto de matarnos mutuamente (o al menos eso parecia) resolví mudarme del hogar conyugal luego de varios intentos infructuosos de que quien se marchara del mismo fuera el muchacho antes mencionado. Le deje mis pocas cosas y me lleve los puesto, un bolso y mis hijos a Chilavert.

Ahora resulta que una vez mudada y dando rienda suelta al necesario duelo, resolví escribir mucho sobre cuánto estimaba todos los esfuerzos que le vi realizar y el mutuo amor que supimos conseguir.
Mira vos lo que es la vida venir ahora (pisando casi el segundo aniversario de la partida) a enterarme cuánto era mentira de la belleza que crei haber vivido.

Asi que aca va la pequeña fe de erratas sin escatimar despechos:

*Allí donde se haya leido Davinci, léase David a secas.

*Dónde dijera que fue un gran compañero, léase que mientras la que escribe estaba embarazadisima de él este señor se iba de putas (¡Qué feo! No podías cogerte una mina sin andar pagando?) sin ningún consentimiento, cosa que considero despreciable no porque aborrezca la infidelidad sino por el estado embarazoso antes citado que inhibe a cualquier mujer de estar en igualdad de condiciones para ejercer su libertad púbica con quien se le plazca.

*Allí dónde se lea que es un gran padre, aclaremos los tantos explicando que este tipo se tomo el trabajo de ir hasta la Defensoría del Menor dónde hemos firmado un acuerdo por tenencia, visitas y alimentos; a mentirle a la abogada diciendole que él cumple rigurosamente con la mensualidad mientras yo me niego a firmarle los recibos que acrediten el apercibiemiento de la cuota siendo que hace cinco meses que mi novio mantiene a su hija. Citando nuevamente a Mayares: “Quién no es un buen padre no es un buen tipo y para ser un buen padre lo primero que debe importarle es que carajo se le pone en el plato a la criatura todos los días para que coma”

*Dónde dijera que supo administrar Rivotril y demás medicación recetada, léase que en mi peor estado depresivo se comunicó conmigo por teléfono para indicarme en que lugar de las vias del tren podía ir a tirarme entre otros epítetos que mejor dejemosla ahí.

*Allí dónde se supone que este señor es el ser más sensible de la tierra sencillamente convengamos en que una persona enamorada y psquiatrica puede llegar a ver cosas que no existen.

*No vamos a dejar de lado que él mismo tipo que alabe por haber cambiado pañales de un hijo que no era suyo se las cobró depreciandolo más de una vez en mi ausencia una vez que tuvo una hija que si fuera suya.

*Por último, y para no extendernos más de lo necesario, digamos que aunque resultara romántico verlo cocer tortas fritas y pan casero, hubiera sido más práctico que saliera a buscar laburo en vez de andar viviendo durante años de la mensualidad del padre del despreciado o de la poca guita que dejo el finado padre de esta “hija de puta que esta empeñada en cagarle la vida” (David dixit).

Ahora bien, a nadie se le ocurra pensar que fui tan boluda de guardarme todo esto durante años. Excepto de mi estado de cornuda, el resto merecio grandes discuciones (filosóficas y prácticas) durante mucho tiempo. Nunca publicamente, como ahora. Y ahora que lo pienso un poco, alli debe recidir lo terapéutico de este escrito. Si públicamente conté con amor cuánto yo supe quererlo y cuánta belleza crei ver en él, que el blogspacio se entere de cuán pequeño y simple era este pobre tipo que creia esconder a la tristeza detrás de los barcos. Tan pobre que cree que soy capaz de dedicarle una sola letra más.

jueves, 11 de septiembre de 2008

La noche de Eleonora


Eleonora disfruta el momento previo a su profundo sueño. Me esmeré en llenarselo de fantasia, porque los adultos hemos sido niños y como diría Exupery en algunas cosas deberiamos seguir siendolo. Picasso decía que se habia pasado la vida tratando de dibujar como un niño. Ellos tienen la capacidad de dibujar las cosas como las sienten y de expresarse asi en todos los sentidos.
Cuando Eleonora se va a dormir la espera un mundo de sapitos, leones, jirafas y Patito Feo. Todos ellos se suben a la medianera del vecino esperando que ella concilie el sueño para poder irse todos juntos a jugar a la calesita más grande del mundo.
Desde hace unas semanas decidimos hacernos regalos entre nosotras para llevarnos a ese parque de juegos donde, naturalmente, no faltan nunca Papá, Mamá y Tiago. A veces, la tia.
Primero le regale un vestido rosa largo y lleno de brillo, luego una corona, más tarde un avión para que pudiera ver de lejos lo grande que es el parque.
Anoche estaba muy cansada y triste, le pedi que dejaramos los regalos para mañana. Un pucherito casi caprichoso para luego preguntarme: "Ma, yo te puedo regalar cosas también?" "Si, Eleo, pero dormite"
Levanto los dos puñitos cerrados y sonrió
"Ma, adivina en que mano está la luna"

martes, 9 de septiembre de 2008

miércoles, 13 de agosto de 2008

Aquelarre de Arlequines

A Melushka,
cuando ya no tiene ningún sentido
pedir perdón por la demora

Yunta de brujas horrorizadas que sabían todo y no dijeron nada de este chau abrupto y decidido.
Tan tuyo como no podía ser de nadie.

Melanie nena jugando a la actriz, placenta de la belleza etrusca que cuestionaba sin pudor porqué a los ocho años se es muy pequeña para amar con el alma y el cuerpo.
Ese instante de inflexión te convirtió en Melushka y te gusto tanto ser "la Melush" que te sentaste a reír en remera ajena y bombacha con una bocaza llena de dientes y un mate amargo casi tibio que yo te vi cebarle feliz a mi amigo.
Melushka con blusita hippie y vegetariana. Melanie encandilada de Altamira. Melushka conmovida por Cortázar, el Julio que te metí por todos los ojos de esta inmensa literatura. Y Borges, claro. Y Zeppelin. Y Floyd; devorando bibliotecas de Babel y discos de vinilo que todos queremos robar pero solo tenían música y letra para vos.
Hasta una Plaza de Mayo ocupada y roja que te abrazo mujer sin importarle los edictos y el estupro.

Hay un lugar tan grande para el dolor que no cabe en tinta ni teclado.
Acá solo te puedo encontrar bella, con ojazos prolongados y bifocales para mirar mejor los otros ojos, los que te preocupaba ver bien, los de Exupery, los que son invisibles.
Acá tenés un pantalón azul y sandalias y ganas de tararear Sabina y un gorro mio que suele quedar ridículo.
Estas tan bella Melush con dedos largos, pelito llovido, hija de las flores.
Anda a saber que Rayuela andas jugando, cuánto sol harás rodar para imponerle a este invierno primaveras de prepo para quitarnos un poco tanto frío y tanta lluvia.
Y seguir dándonos felicidad contra todos los pronósticos meteorológicos y un tren que sigue siendo inexplicable.

jueves, 10 de julio de 2008

El Amenazado

A quien no, Jorge Luis...
A todos nos ha dolido hasta los huesos.

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de la cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de la letras, la
vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero
norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el
joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la
noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a
la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las
ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y
la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto).
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.


Jorge Luis Borges

viernes, 27 de junio de 2008

La pequeña novia del carioca

Así de simple.
Vas a ser más feliz vagabundeando




Un día después,
(después de vos...)
cruce los dedos.
La barca pasó
y el río quedó, al fin, quieto

Solo un cuento fue
que ayudó a pasar un buen rato
Un castillo de naipes que cayó
y palabras baratas

En el aire entre los dos
brilló una copa rota
Mala suerte, mi palma dio un destino oscuro
Un dulce licor de romero
fue la mala idea loca
Te vas a enterar por esta canción
para "el carioca"!

No sueño mas con vos
ya cayó otra flor del cielo
Te voy a robar esta canción de amor
y de consuelo

A la suave luz de la luna
vi tu espalda
hay un lugar allí para mis huellas
y un lunar nocturno

Apostamos mal
serás mas feliz vagabundeando
Muy poco amable fui
nada nuevo vi en tus ojos.

El día que Dios no quiso


“Pero en las grietas esta Dios que acecha”

(Jorge Luis Borges)






Había una vez un día agotador, de esos que me suceden sin que pueda evitarlos. Días eternos de 20 horas de vigilia sin poesía ni música, con hijos terribles cobrandome con iva e interes por mora todos mis divorcios, todas las ausencias que no debo pagar yo pero que le vas a hacer.

Hastiada de ser madre, hija, sobrina, prima, amiga, compañera, mujer, ex mujer, amante y novia. Asi de bien como para decir: “Hoy no cocino” y subir crios, mochilas, ropa limpia y celular a un remis que me lleve donde alguien me abrace un poco y me convide un vasito de vino.

Con canas y sin tintura me baje en la casa de Julito que tiene toda la paciencia de todos los hombres del mundo guardada para estos insoportables momentos. Paciencia, vinito y calefón eléctrico para reparar con agua este barro pegado hasta los huesos de andar peleando con la vida para que me pase la mensualidad.

Desnuda y besada ya, pronta al agua pato pato sin los zapatos patos y de pronto, mojada, inmersa, respirando yoguisticamente en mi silencio se pudo escuchar el sonido de un calefón aún enchufado que me podría haber mandado minimamente a la mierda.

Mamita querida el cagazo es hereje y como no madre mia, seguro que si Dios existe debe quererme mucho como para andar desafiando tanto a las leyes de la física que me enseñaron que el agua es tan buena conductora de la electricidad.

En bolas y a los gritos cual Tarzán de suburbio, informe al besador que si pensaba enviudar se podia ir a la reputa madre que lo re mil parió, que me apagara el calefón y me trajera un cigarrillo ya que en el umbral de mi parca donde nadie habia venido a asomarse necesita tabaco para no irme tan sola.

Lejos del aparato bañador recordé que el día anterior charlando con mi amigo Gery sobre las ventajas del ateísmo, citó a Borges. “Pero en las grietas está Dios que acecha” dijo Jorge Luis (el otro, no el que quiero tanto) y debe tener razón, pensaba yo mientras fumaba y puteaba mirando desconfiada el calefón que debía abrir de nuevo para depilarme las piernas y ser amada como las nenas.

Me reí con sinceridad como solo se puede reir uno cuando está solo, cuando la risa es genuinamente expulsada por el diafragma. Duró el instante que mi vista tardó en descubrir que en el botiquín descansaba una ajena y conocida pulsera con las imágenes de varios santos. ¿Se puede desafiar tanto a la metafísica de esta sacrosanta cultura que me relleno el cerebro?

Soy atea desde que Dios me convencio que si bien necesite más de una vez de que exista lo lamenta muchisimo pero nada puede hacer al respecto. No está, me gritó la ciencia. No está, me informó la misma biblia. No está y yo me sentí muy tranquila de ello. Aprendí a disfrutar de mis aciertos y a enmendar mis errores yo solita. Asi como la evolución me lo ha permitido. Y defiendo su no existencia ante quienes se empeñan en endilgarle problemas y soluciones, malversaciones de fondos y perversiones. “El Señor obra de manera misteriosa” es una agradable manera de no hacerse cargo de las cosas que nos pesan. Paradoja que todo esto pensara yo misma en un día en el que estaba tan saturada, pero ese calefón enchufadísimo y un Dios que no existe acechando en las grietas, ofreciendome paz a cambio de mi alma. “Mi alma! Vade Retro!” “Mi alma? A cambio de paz? Pagando con que? Con culpa, con estoica culpa sobre todo lo que Usted no mande.

“Asi no vale. No es tan grande la tentación de una eternidad repleta de querubines a cambio de mi libertad”

Eso si, preferi dejar el baño donde la física y la filosofía lo habian interrumpido. No sea cosa que y yo no tengo ganas.

sábado, 3 de mayo de 2008

Post Data


Hay un capitulo de Los Simpsons donde Bart se enamora de una
chica mayor que él. Ante el rechazo , el sueña que ella le mete la mano en el pecho y le arranca el corazón arrojandolo contra una pared.

Yo se lo que se siente.

Sin muchos mas preambulos, el corazón roto debe ser uno de los dolores más insoportables que le ocurren a nuestro cuerpo y a nuestra razón. Ese dolor en el pecho, justo en el medio, es físico. No hay mentiras en esto, duele como la puta madre y el ahogo es tan grande que a veces falta el aire.

Soy la sobreviviente de un amor que me hizo mierda. De esas pasiones que no conocen la razón, que nos empujan hasta la denigración de rogar la mentira antes de la espantosa verdad, del llanto sin pudor, la desnudez de la mirada perdida de comprobar que no hay droga que nos saque lo suficiente de la realidad, de la soledad en la luna de valencia.

Soy la que se levantaba y se acostaba temblando hasta los huesos esperando el momento en que por fin pudiera despertar de esa suerte de pesadilla interminable.
Soy la que se desangraba recordando los detalles mas tiernos, mas conmovedores. Las instantaneas más bellas de ese rato en el que jugue a la eternidad.
Soy la que se emocionaba al rozarte, la que se conmovia con una sonrisa chiquita que sospechaba para mi.
Soy la que se esmeraba en agradarte, la que buscaba encontrarte.
Soy la que redescubrio el sol sin vos y le dolia.
Soy la que se desperto de llover y sobrevivio.
Soy la mujer que más te amo en tu vida.
Soy la mujer que más te esmeraste en herir.

El sentirse desintegrado, ese debe ser el adjetivo mas pertinente. Torturandose de manera continua sobre donde se equivoco uno para perder tanto!! Es tan espantoso, que uno de pronto comprende a todos los Romeos del mundo, a los suicidas, a los asesinos, a los locos.

El abismo se acaba. Amanece y nos duele menos. Y un día cualquiera nos sorprende no estar tan heridos, no sentir ese ardor. Y duele un poco porque nos sabemos más lejos, pero a las brasas no vuelve nadie que las haya saltado. Entonces, el camino incierto de la recomposición del alma.
Más sabios.
Más viejos.
Más cautelosos.

Todo el tiempo sacandole hojas al corazón que habremos sabido levantar del piso, golpear suevemente con la realidad para que arranque de nuevo y colocar en su lugar.

Eso si, un poco menos a mano.

jueves, 28 de febrero de 2008

Casi nunca me acuerdo y por suerte casi nunca me olvido


Te voy a amar toda la vida.

Esta sentencia pareciera cuantificar las declaraciones de amor más profundas. Y es muy cierto que tal vez en el momento de decirlo sea eso lo que realmente uno siente, una suerte de eternización de ese amor o el deseo de que asi sea. Después la historia nos absuelve con terapia y rutinas varias que dan la veña para que lo infinito retorne a su carácter de finito y el universo siga su curso.
Un llanto espamentoso, vómitos, borracheras, ese dolor insoportable a la altura del esternón, drogas y sexo sin ganas coronarán el duelo.
Pero, porqué seguir pensando que lo realmente bueno debe ser para toda la vida? Tanto nos gusta el cuentito del cura con su “hasta que la muerte los separe”? Cuánto valor tiene en nuestra psiquis saber que la abuela estubo casada 50 años?
Y, la verdad, debe de ser mucho de todo eso. Porque lo lindo del amor es, precisamente, todo lo contrario. Es su carácter de atemporal en todos sus aspectos. Esa sensación de sin tiempo que transcurre mientras cebas mates; esa cosa rara de sentir que nos conocemos desde siempre, desde algún otro espacio donde las horas no se pueden contabilizar.

Igual, todo esto no importa. Estoy segura que la próxima vez que me enamore sentiré que será para toda mi vida, que no tiene fin, que no se puede amar más de lo que yo amo.

Y si no quedan opciones, entonces habré de enamorarme lo suficiente para que bien valga el desengaño.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Contigo a la distancia


La distancia entre dos puntos equidistantes es equivalente al infinito aunque se mida en metros, kilómetros o centímetros. Así funcionan las relaciones humanas. Encontrándose y separándose en todo este universo de infinitos puntos, infinitas células, infinitos, aromas, infinitas sensaciones.

Me acuerdo claramente del día del cumpleaños del nene que me gustaba mucho cuando estaba en 2º grado.

Diego Cuchero cumplió 30 años el 17 de noviembre pasado. Jamás me dio pelota. Se burlaba de mí todo el tiempo. Me trataba muy mal porque yo soy profundamente morocha y él era bellísimamente rubio. Un perfecto nene bien de clase media que me hizo llorar de amor por primera vez.

Al mudarme cambié de colegio.

Christian, el más reo, se ganó mi corazón y le di mi primer beso. Más grandota y haciendo pruebas de cómo conquistar a un hombre, dediqué días, meses, años enteros a ayudarlo con las tareas, arreglarle la carpeta, armarle machetes con corazones, inventar travesuras que jamás cumpliría solo para agradarle.

Tarde comprendí que estaba enamorado de la única nena que esgrimía unos incipientes pechos a los 11 años.

Mucho más tarde entendí que nadie me querría por lo que yo fingiera ser sino por lo que soy.

Anda a saber porque mundos andarán Dieguito y Christian.

¿Se acordará Diego de las flores horribles que me esmeraba en dibujar para él? ¿Del pedazo de malvón que arranqué para regalarle? ¿Del beso que le tiré con los ojos llenos de lágrimas el último día que lo vi, antes de mudarme?

¿Christian se acordará de mi cara morada, llena de trompadas por ir a defenderlo; de las pocas monedas que ahorré para mi primer pollera elegida que estrené el día de su cumpleaños, de mi primer carta de amor, del corazón que pegué en el techo encima de su banco, el “Te Amo” que escribí a escondidas detrás de su pupitre?

El infinito que nos separa, mezcla de años y otras yerbas me convence de la veracidad del bolero.

Nunca se puede estar lejos de quienes se han convertido en parte de nuestra alma.