sábado, 31 de mayo de 2014

Bienaventurados los que han vivido su tango porque de ellos sera el reino del barro que se subleva

"Yo me emborracho por ella.
Y ella quien sabe que hará"
La última copa - Caruso/Canaro

Seres sin fuerza
tropezaron débiles
sobre los desencuentros
arrastrando palabras,
manos, sinfonías ebrias.
Nostalgias ladinas,
escondidas en el tango.
Perras.
Traen a la rastra perfumes intáctos,
siniestros.
Bellos.
Sin más pretérito
que una vulgar borrachera.
¿Qué otoño esta noche
resbalará en tu espalda
hasta lograr el sueño?
¿Qué color tendrá tu voz
ahora que no me nombra?
Y tu risa,
tus caderas,
tus piernas infinitas,
tus ojos.
Nada existe.
Todo vos sos la sombra
de la sombra
del recuerdo que construyo.
De la música que ya no es
y nunca más es la única certeza.
Nunca.
Jamás

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